Albert
Einstein decía que “Si quieres que tus
hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más
inteligentes, léeles más cuentos de hadas.”
¿De verdad
son tan importantes los cuentos de hadas en la vida de nuestros alumnos?
Sinceramente que la respuesta es SÍ, en mayúsculas y a continuación
descubriremos el porqué.
Los clásicos
cuentos de hadas tienen un gran valor y aportan muchos beneficios en el
desarrollo de los niños porque forman la moral y el conocimiento humano, así
como fomentan el crecimiento interior del hombre.
Los cuentos
expresan en forma de imágenes verdades muy profundas, muy valiosas que se
guardan en el interior del niño como semillas, de manera que cuando crezca le
permitirán tener pensamientos mucho más maduros
para afrontar su vida que aquellos otros que pueda adquirir del exterior
por un camino más intelectual.
Si analizamos
los cuentos, algo que tienen en común es que presentan un conflicto, una
situación que implica internarse en el bosque oscuro (como Hansel y Gretel), o
incluso atravesar la muerte (como Blancanieves o la Bella Durmiente) pero que
siempre es resuelta a través de un camino luminoso.
Cuando el
bien vence por encima del mal, los niños siempre quedan visiblemente
satisfechos y contentos, pues se identifican con la figura del héroe o de la
heroína y se guardan inconscientemente esa imagen.
Es como si
sembráramos en ellos una fuerza interior para afrontar las situaciones que
vivirá en su propia vida, venciendo los miedos y dificultades.
Llegado a este punto, mi pregunta es ¿por qué no se
leen a la mayoría de niños/as de hoy en día? ¿Por qué se les ofrece una versión
alterada, en formato de película Disney?
El caso es
que los cuentos de hadas clásicos no suelen ser cómo nos los encontramos en la
mayoría de libros editados de hoy en día, son mucho más ricos y completos, por
ejemplo, y como estamos trabajando con Caperucita Roja:
- En Caperucita
Roja, después de que el cazador matara al lobo, la historia continúa. Caperucita
vuelve otro día de nuevo a casa de su abuelita y se encuentra con otro lobo,
pero ella no le hace caso ni se desvía de su camino. Cuando llega a casa de la
abuela y le cuenta lo ocurrido, ambas idean un plan para vencerlo, pues las dos
han aprendido de sus errores.
O también nos
sirve como ejemplo, La Bella Durmiente:
- En la Bella
Durmiente son doce las hadas que aparecen en el cuento clásico, representando
así una imagen de las potencias celestiales, las doce regiones estelares del
Zodíaco, que hacen ofrendas al alma de la princesa con sus dones cósmicos.
He encontrado
cinco razones por las que debemos leer a los niños cuentos de hadas clásicos,
sacadas de una página de Internet y con las que estoy completamente de acuerdo:
1. Su amplio y rico vocabulario:
Podemos observar el inicio del cuento de Blancanieves según la versión de Disney:
"Érase una vez una joven y bella
princesa llamada Blancanieves. Su pelo era tan oscuro como la noche, sus labios
eran tan rojos como una rosa, y su piel era blanca como la nieve".
Lee ahora la
versión clásica de los hermanos Grimm:
"Era un crudo día de invierno, y
los copos de nieve caían del cielo como blancas plumas. La Reina cosía junto a
una ventana, cuyo marco era de ébano. Y como mientras cosía miraba caer los
copos, con la aguja se pinchó un dedo, y tres gotas de sangre fueron a caer
sobre la nieve. El rojo de la sangre destacaba bellamente sobre el fondo
blanco, y ella pensó: <<¡Ah, si pudiese tener una hija que fuese blanca
como la nieve, roja como sangre y negra como el ébano de esta ventana!>>.
No mucho tiempo después le nació una niña que era blanca como la nieve,
sonrosada como la sangre y de cabello negro como la madera de ébano; y por eso
le pusieron por nombre Blancanieves".
¿Hay
diferencia verdad?
En muchos de
los cuentos de los hermanos Grimm encontramos frecuentemente rimas y versos
entremezclados entre las narraciones que enriquecen el cuento, con todos los
aspectos sanadores, de sonidos y de ritmos que implican:
Siguiendo con
el ejemplo de Blancanieves mira cómo se dirige la madrastra al espejo mágico:
<<Espejito en la pared, dime
una cosa: ¿quién es de este país la más hermosa?>>
Y esta es la
respuesta del espejo:
<<Señora Reina, vos sois
como una estrella, pero Blancanieves es mil veces más bella>>.
3. La
imaginación
Como los cuentos de hadas se cuentan a
los niños y las niñas, le estamos dando una oportunidad maravillosa de
convertir las palabras escuchadas en imágenes internas, que ellos mismos crean
y construyen.
Así el pequeño aprende a utilizar su
propia imaginación, y no es Disney o cualquier otro ilustrador o dibujante que
les proporciona una imagen estereotipada, que al fin y al cabo es la versión de
un adulto, no la de un niño.
4. La fluidez
Contar estas
historias es un placer, pues tienen un flujo natural que hace que sean muy
fáciles y atractivas para narrar o leer en voz alta.
Si alguna vez
has leído un cuento para niños mal escrito enseguida te das cuenta de que no
fluye, que no suena bien, que te rechinan algunas estructuras gramaticales. Y
es que los cuentos clásicos, como dice Tracy Lynn, una periodista americana,
“se han escrito de forma magistral por las manos del tiempo”.
Algo
importante que debes saber es que es mejor contarlos que leerlos, pues esto
permite conectar mejor con los niños y con su vivencia. Además, es interesante
narrarlos sin dramatizar, es decir, utilizando un tono sereno y tranquilo pero
sin inventar diferentes voces o sonidos.
5. La
profundidad
Como he
expuesto antes, los cuentos de hadas conectan con la experiencia humana a un
nivel profundo.
La pedagogía
Waldorf, y otros muchos expertos, sostienen que los personajes de los cuentos
reflejan de alguna manera elementos del interior de cada individuo, aspectos de
nosotros mismos y de nuestros destinos.
Es como si
los personajes fuesen metáforas de nuestro propio esfuerzo para conectar con
nosotros mismos y con nuestro camino.
Así que, después de este post pregunto... ¿Debemos dejar que nuestros alumnos/hijos disfruten con cuentos de hadas en versión original?
Así que, después de este post pregunto... ¿Debemos dejar que nuestros alumnos/hijos disfruten con cuentos de hadas en versión original?
Para la realización de esta entrada me he basado en varios libros
básicos para esta visión de los cuentos de hadas que citaré a continuación y en
varias investigaciones y artículos de Bruno Bettleheim.
Los libros utilizados son:
- Varios Autores. (2013). El Primer Septenio. Madrid:
Editorial Rudolf Steiner
- Gralhl, U y Steiner, R. (2003). La Sabiduría de los
Cuentos de Hadas. Madrid: Editorial Rudolf Steiner
- De Haes, U. (2012). El niño y los cuentos. Madrid:
Editorial Rudolf Steiner
- Grimm, J y Grimm, W. (2006). Todos los cuentos de los
Hermanos Grimm. Madrid: Editorial Rudolf Steiner
- Bettleheim, B. (2012). Psicoanálisis de los Cuentos de
Hadas. Barcelona: Editorial Planeta
Entrada realizada por ANDREA GAMA DE LA IGLESIA
Fotos buscadas en Google.
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